
Así que brindemos ahora viejo amigo: que acabe este otoño y resuelva el misterio del eclipse en tu pecho, que aún no nos rendimos. De la noche aprendimos viejos sortilegios que ayudan a conjurar al reloj y sus espectros.
Pero dime quien te roba el alma
quien te roba el sueño
quien te amó en silencio
Y esta oscuridad
esta noche de perros.
Y esta soledad
de pronto te va a matar.
Te has perdido entre las calles
que solías andar
Estas herido como un pájaro
en el mar.
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